Los primeros pobladores
Los primeros pobladores de Mallorca llegaron hacia el 2.500 a. C., hace 4.500 años.
Llegaron por mar, probablemente desde un punto situado entre el golf de León y el delta del Ebro, que es el área que permite una navegación más fácil en Mallorca y Menorca. Llevaban con ellos todos los elementos necesarios para reproducir su sistema de vida basado en la agricultura y la ganadería.
En Manacor, se han encontrado restos de estos primeros habitantes en cuevas y abrigos del barranco de Son Cifre, en la cueva de sa Sínia, y en la zona del Bessons.
Se han encontrado materiales de piedra y piezas de cerámica incisa, es decir, decoradas con incisiones hechas cuando el barro estaba fresco, como los que vemos en estos fragmentos.
Hasta la actualidad, los restos humanos más antiguos de las Baleares los encontramos en la cueva des Moro de Manacor.
Cultura de las navetas (1700 ‒ 1100 a. C.)
Las navetas son casas de planta alargada y en forma de herradura. Están construidas con técnica ciclópea, con grandes piedras encajadas entre ellas sin ningún tipo de mortero que las mantenga unidas. La cubierta está hecha de troncos de acebuche, ramas, pequeñas piedras y una capa de barro para evitar que entre agua dentro de la casa.
Los muros son dobles, y están inclinados hacia el interior. El acceso es a través de un portal, a veces con dintel. Las navetas tienen un espacio único con un hogar de fuego en la zona central. Normalmente, en la entrada se trabajaba y cocinaba, y adentro había un espacio de descanso y otro para guardar herramientas y comida
Este tipo de casa la encontramos en poblados de unas diez navetas, pero también encontramos viviendas aisladas o en pequeños grupos de tres o cuatro. En el caso de Manacor, hay en zonas planas, como s’Hospitalet Vell, sa Marineta y sa Plana, y también arriba de cerros, como el poblado de Calicant.
No sabemos muchas cosas de las creencias de la gente de la edad del bronce. La documentación que tenemos, sobre todo de la cueva de Càrritx de Menorca, nos muestra que adoraban la madre Tierra y la oscuridad de las cuevas. Dentro de estas cuevas se debían de hacer prácticas rituales y religiosas.
Cuando una persona moría, su cuerpo se depositaba dentro de cuevas, sin cubrirlo con tierra, junto con los restos otras muertes. Para tener espacio para los nuevos cuerpos, movían, recolocaban y desarticulaban los esqueletos, dándole un lugar preferente a los cráneos.
Para los entierros se utilizaban dos tipos de cuevas:
• Cuevas naturales de difícil acceso, situadas en barrancos y acantilados, que se tapaban con un muro ciclópeo, como por ejemplo, a cala Murada y a cala Bòta.
• Cuevas excavadas bajo tierra con herramientas de piedra, como por ejemplo, la cueva de s’Homonet y el conjunto de Son Ribot.
El talayótico. El inicio de un nuevo periodo (1100 ‒ 600 a. C.)
A partir del 1100 a. C., Mallorca y Menorca viven grandes cambios sociales, culturales y políticos marcados por el abandono de los poblados de navetas. Es en este momento cuando se ocupa el cabo costanero de sa Ferradura, en Porto Cristo. Aquí se han encontrado los restos de una habitación con un gran espacio abierto con diez fogatas. Todo el recinto está cerrado por un muro de grandes bloques de piedra. Según parece, se utilizaba como refugio temporal.
Al final de la época del bronce, la gente se agrupa en nuevos asentamientos alrededor de una nueva estructura monumental de uso comunitario, el talayot. A veces, hasta cuatro o cinco talayots forman parte del mismo poblado. Aparte del talayot, también había otras construcciones monumentales como los túmulos o las plataformas escalonadas. En Manacor, encontramos ejemplos de los talayots de s’Hospitalet Vell, Bellver Ric, Bendrís, el conjunto del valle de la Nou y los túmulos de cala Morlanda o sa Gruta.
Objetos de metal
Durante la época de las navetas el metal era muy importante. Gracias a las redes de intercambio con otros territorios, a las Baleares llegan objetos de bronce y también su materia prima, el cobre y el estaño, que se trabaja en las islas. Esto se constata con los lingotes y moldes de fundición encontrados a s’Hospitalet. También se han encontrado bronces con cobre de origen menorquín.
En el talayótico encontramos una mayor variedad de piezas y metales:
• En bronce: figuras humanas y animales, anillos, brazaletes, discos decorados, campanillas...
• En hierro: espadas, puñales, puntas de lanza, cuchillos...
• En plomo: plaquitas y pectorales decorados.
El aprovechamiento de los animales y la agricultura
Los restos de alimentos que encontramos en los yacimientos prehistóricos de las Baleares nos indican que la población se dedicaba a la agricultura y, especialmente, a la ganadería. Los animales que predominan son la oveja y la cabra, seguidos del buey y el cerdo.
Durante la edad del bronce, los poblados mallorquines de sa Ferradura, s’Hospitalet Vell y Closos de Can Gaià estaban especializados en la cría de ovejas y cabras para consumo propio. En cambio, en la época talayótica criaban ovejas y cabras para obtener lana, leche y sus derivados, pero no sacrificaban los animales. De los bueyes aprovechaban su fuerza de tracción para trabajar la tierra. Hacia el talayótico final aparecieron nuevos animales de consumo como el caballo, la gallina, etc. Es curioso que, durante toda la prehistoria, casi no se comiera pescado.
En los yacimientos arqueológicos de la prehistoria balear no encontramos muchos cereales. Los motivos pueden ser: la dificultad para dispersar el grano, la lejanía de los campos de cultivos y/o las técnicas de siega. Aun así, los análisis de polen, nos indican que a s’Hospitalet Vell convivían zonas de pasto para el ganado con cultivos de cereales, durante toda la prehistoria. En concreto, a s’Hospitalet Vell, durante la época de las navetas, se cultivaba cebada; mientras que a sa Ferradura, en los inicios de la época talayótica, ya se cultivaban dos cereales: el trigo y la cebada. Esta práctica era parecida a la de los agricultores de la península Ibérica y del sur de Francia.
El paisaje y la vegetación
El estudio de polen hecho en la Albufera muestra que el paisaje de hace 5.000 años era pareciendo al actual, con acebuches, estepas, pinos, lentiscos y brezos, junto a zonas de pasto y campos creados por los humanos.
En el caso de Mallorca, a lo largo de toda la prehistoria destaca el uso de tres especies para hacer fuego: el acebuche, la mata y el pino. Sus restos de carbón aparecen en todas las fases de la prehistoria, acompañadas de otros arbustos como aladiernas, estepas, brezos, madroños, leguminosas o romero. Otras especies, propias de ambientes húmedos, como el laurel, el boj, el tejo o el arce, se encuentran de manera muy puntual.
Si bien durante la edad del bronce, cada familia recogía su madera para calentarse, durante la edad del hierro la recogida de madera era una actividad que se hacía en comunidad.
El acebuche también se utilizaba para construir las navetas. En s’Hospitalet se ha encontrado un techo quemado de vigas de esta madera. El acebuche es el material más utilizado también en la edad del hierro, junto con el pino
Comparativa de huesos
Como podemos ver, los animales prehistóricos eran más pequeños que los actuales, sobre todo en el caso de los rumiantes de pastos más exigentes, como la oveja, la cabra y la vaca.
Esta reducción de la medida tiene relación con un importante aumento de la población y una intensa ocupación del territorio, que debió de repercutir en una peor calidad de la alimentación de las manadas.
Punzones
El punzón es el instrumento de hueso más frecuente de la prehistoria en las Baleares. Se utilizaba sobre todo para perforar y alisar en trabajos muy diferentes, como el trabajo de la piel, la cestería, la carpintería y la elaboración de jarras. También se utilizaba para trabajar los tejidos y para hacer injertos entre dos plantas
Objetos de piedra
Los materiales de piedra que se utilizaban en los yacimientos prehistóricos eran creados casi siempre a partir de los mismos materiales:
• Rocas de origen local, como por ejemplo, cantos rodados y bloques recogidos en los alrededores del yacimiento.
• Rocas de otros lugares de Mallorca, como el gres rojo del Buntsandstein.
• Rocas de fuera de la isla, como las excavaciones de sa Ferradura y s’Hospitalet Vell. Esto indica que había una red de intercambio con otros territorios, como ya hemos visto con el metal.
El talayótico final o posttalayótico (s.VI - I a. C.)
Hace 2.500 años, hacia el 550 a. C. la cultura que había dado lugar a los talayots desaparece y estas construcciones también pierden su uso original. En esta época, los cartagineses fundan Ibosim (Ibiza) y se establece un comercio por todo el mar Mediterráneo.
Los principales cambios sociales son:
• Se construyen murallas alrededor de los poblados para defenderlos de los ataques exteriores.
• Las casas tienen nuevas estructuras y más espacio: un patio, un hogar de fuego con una solera de piedra para cocinar, una cisterna para recoger el agua, un espacio para descansar y otro para trabajar.
• Los honderos baleares participan en las guerras del Mediterráneo.
• Crecen las diferencias sociales.
• Los muertos son enterrados de manera diferente según la clase social.
• Se construyen santuarios, como lugares de culto comunitarios.
En su interior se han encontrado figuras de bronce (guerreros, animales, cuernos de toros...) y fuegos sagrados asociados a ofrendas o banquetes rituales (grandes acumulaciones de huesos animales con restos de vino).
• Hay más variedad de objetos de cerámica y metal.
Entre los objetos que llegan del exterior destacan las ánforas fabricadas en Ibiza, que contenían vino; y otros recipientes de cerámica a torno de la península Ibérica, la península Itálica y el norte de África.
• Aparece un nuevo producto característico de esta época: las piezas de collar, hechas por los cartagineses con pasta de vidrio de colores intensos.
Además, los poblados cambian: hay incendios y destrucciones a causa de las Guerras Púnicas y de la presencia de los romanos. Esto también provoca la llegada de productos itálicos y nuevas costumbres, como la escritura y la moneda.
De esta época, encontramos ocupaciones en los yacimientos de s’Hospitalet Vell, Bellver Ric, Sant Josep, Rafalet Drac, Rafalet Vell y Vista Alegre Vell, entre otros.
Las creencias y el mundo de los muertos
Durante la edad del hierro, los entierros –y rituales funerarios– suelen hacerse en necrópolis apartadas de los poblados y en lugares tan diversos como:
• Cuevas naturales. Algunas ya se habían utilizado en épocas anteriores y otras se utilizaban por primera vez, como Son Vaquer d’en Ribera, en Manacor.
• Casas o poblados abandonados. Dentro de talayots, en zonas abandonadas de los poblados talayóticos y en el interior de navetas, como es el caso de Coll y s’Hospitalet Vell.
• Cuevas excavadas en la roca. Son propias de la edad del hierro.
• Tumbas construidas, como monumento funerario o cámara funeraria. Se concentran en las necrópolis de la bahía de Alcúdia de Son Real y s’Illot des Porros, en Santa Margalida.
El entierro es una práctica constante durante todo el periodo. El cadáver se liga con cuerdas y posiblemente dentro de sudarios o sábanas de piel.
En esta época se introducen cambios en los rituales y los objetos que acompañan los muertos. Se ha documentado el uso de:
• Ataúdes, algunos con imágenes de toros.
• Parihuelas.
• Urnas de arenisca con cubierta de la misma piedra.
• Urnas de cerámica con platos como cubierta.
• Ánforas recortadas utilizadas como urnas para niños antes del primer año de vida.
• Enterramientos en cal
Preguntas frecuentes
¿Cuánto median las personas en la Prehistoria?
Las mujeres tenían una altura media de 151 cm, y los hombres de 164 cm.
¿A qué edad se morían?
La esperanza de vida de la población era entre 35 y 45 años para los dos sexos.
Morían muchos niños antes del año de vida.
¿Qué comían?
Comían sobretodo carne y leche de cabra, oveja y vaca, cereales y legumbres.
¿Cómo iban vestidos?
No sabemos demasiadas cosas de su ropa, pero posiblemente llevaban vestidos de piel, y también de tejidos, puesto que la lana de las ovejas se utilizaba desde la antigüedad. Por este motivo, en los poblados es habitual encontrar fusayolas y pesos de telar manuales, sobre todo en el talayótico final. Los botones y las agujas de hueso o metal para la ropa y los cabellos se usaban desde la época de las navetas.
Glosario
Yacimiento: lugar donde se encuentra una acumulación de minerales, fósiles o restos arqueológicos.
Talayot: monumento prehistórico construido con piedras grandes, de planta circular o cuadrada, parecido a una torre de poca altura.
Pectoral: en las culturas antiguas, joya que cubría parte del pecho.
Buntsandstein: las rocas de Buntsandstein son las más antiguas de Mallorca (de 246 a 251 millones de años). En alemán significa gres rojo.
Hondero: guerrero que utilizaba la honda como arma.
Necrópolis: cementerio de gran extensión de época antigua.
Parihuela: camilla para transportar pesos o personas heridas o muertas.