El territorio de Manacor durante la antigüedad tardía
En el término municipal de Manacor se han encontrado unas 30 zonas donde se establecieron grupos humanos entre el año 455 y el 902 d. C. A pesar de tener poca información de estos grupos, parece que la mayoría se dedicaban a la agricultura y la ganadería.
Encontramos dos excepciones, Son Peretó y Sa Carroja: en cada uno de estos yacimientos se ha descubierto una basílica paleocristiana con baptisterio.
Son Peretó está situado en las llanuras del interior, en un lugar un poco elevado y con buenas zonas de cultivo alrededor. El actual camino que lo une con Manacor ya existía en esta época. En este territorio hubo muchos asentamientos en la época romana, vándala y bizantina.
Sa Carroja, en cambio, está situado en la costa, encima del acantilado del puerto de Manacor (Porto Cristo).
Las basílicas y los baptisterios de Manacor
Las basílicas eran iglesias grandes donde los cristianos se reunían para rezar y celebrar misa. Estaban decoradas con pinturas, telas, mármoles y mosaicos, y perfumadas con dulces aromas y fragancias. Unas lámparas, muchas de ellas de vidrio, iluminaban el interior con una luz que parecía del mundo celestial
En la basílica de Son Peretó se han encontrado restos de los estucos pintados en las paredes y una serie de mosaicos que cubrían el suelo. Estos mosaicos son uno de los conjuntos más ricos del Mediterráneo occidental.
Con las teselas de los mosaicos se dibujaban palmeras, pájaros y figuras geométricas para representar el paraíso. También se han encontrado muchos fragmentos de lámparas de vidrio y porta-mechas de plomo, que servían para aguantar el hilo donde estaba la llama para quemar el aceite que se usaba como combustible.
La basílica de Son Peretó es la más grande de las Baleares. Cabían cerca de 400 personas.
Las dos basílicas, la de Son Peretó y la de Sa Carroja, tienen algunas coincidencias:
• son de planta rectangular,
• tienen tres naves,
• las cabeceras están orientadas al este,
• los baptisterios, edificios donde se bautizaba a los fieles, están situados a los pies de la basílica, con sus piscinas en el centro.
En la vitrina dedicada a las basílicas y a los baptisterios podemos ver restos de las lámparas de vidrio y de los porta-mechas de plomo, teselas, piezas de cerámica (escudilla de terra sigillata de origen africano, ánfora pequeña, teja plana y placa de cerámica) y un jarrito de bronce.
Las viviendas y la alimentación
Las únicas casas de esta época excavadas en Manacor se encuentran en Son Peretó. Son construcciones bastante modestas, de una sola planta y con un máximo de tres habitaciones. En el interior está el hogar donde se cocinaba y silos para guardar cereales o legumbres.
En aquel tiempo, la población de Son Peretó se alimentaba de lo que cultivaba (cebada, aceite y vino) y de los animales que criaban (cabras, ovejas, cerdos, bueyes y gallos).
Gracias a los fragmentos de ánfora que se han encontrado, sabemos que también consumían vino y aceite de Ibiza, del norte de África y del Mediterráneo oriental.
También se han encontrado restos de animales silvestres como por ejemplo conejo, liebre, pequeñas aves, tortuga y caracoles terrestres. En cambio, se han encontrado muy pocos restos de animales marinos.
En la vitrina dedicada a las viviendas podemos ver los objetos siguientes: jarrón de bronce, tapadera, plato y bandeja de terra sigillata africana, cazuela, conjunto de lucernas, mango de cuchillo hecho con cuerno de ciervo, vaso o lámpara de vidrio y un fragmento de ánfora.
En la pared están expuestas dos ánforas y una tinaja, se trata de grandes contenedores de alimentos.
El mundo funerario
Todo cristiano tenía que ser enterrado en un lugar donde poder descansar. En griego, este lugar recibía el nombre de ‘koimeterion’, de donde proviene nuestra palabra ‘cementerio’. Allá reposaba el cuerpo, mientras que el alma empezaba un viaje hacia el infierno o el paraíso.
También era habitual ser enterrado en una iglesia o cerca de las reliquias depositadas allí. Se creía que así los difuntos tendrían protección en el otro mundo. Por este motivo, se han encontrado numerosas tumbas en el interior y en los alrededores de las basílicas de Sa Carroja y Son Peretó.
La mayoría de las personas enterradas en Son Peretó tenían entre 20 y 40 años. En aquella época, la esperanza de vida de los hombres era de 45 años y la de las mujeres de 30 años, puesto que morían a menudo durante el parto o a causa de las infecciones que les producía.
En la vitrina dedicada en el mundo funerario podemos encontrar los objetos siguientes: conjuntos de monedas, objetos de joyería (anillos, pendientes, piezas de collar, gema tallada, colgante de nácar), agujas, campanilla de bronce, conjunto de broches, fragmento de inscripción funeraria y un jarrito de cerámica.
En la pared hay expuestos los objetos siguientes: ladrillo de cerámica, inscripción funeraria, cruz de piedra y restos de cubierta de sepultura con forma de cruz.
Glosario
Antigüedad tardía: periodo de transición entre la antigüedad clásica
y la edad media. En las Baleares, entre la conquista de los vándalos
y la invasión musulmana, es decir, del año 455 al 902 d. C.
Paleocristiano: arte y arquitectura de los primeros tiempos del cristianismo,
entre el año 200 y el 500 d. C.
Baptisterio: edificio, de planta circular o poligonal, próximo a una iglesia
donde bautizaba a los fieles.
Reino vándalo: pueblo germánico que provocó la caída del Imperio romano
y creó un reino en el norte de África.
Imperio bizantino: parte oriental del Imperio romano.
La capital era Constantinopla (actual Estambul).
Escudilla de terra sigillata: recipiente de cerámica donde se servía la sopa,
decorado con relieves y de un color rojizo brillante.
Tinaja: jarra grande hecha de barro donde se guardaba vino, aceite y cereales.
Reliquia: parte del cuerpo u objeto de un santo que se venera.