El comercio y la nueva economía
Los comerciantes griegos, los fenicios y los romanos habían navegado pasando por las islas en sus rutas comerciales con la península Ibérica. Estas escalas provocaron los primeros contactos entre los indígenas y la población foránea.
Cuando los romanos conquistaron las islas en 123 a. C., se establecieron en los puertos naturales de las Baliares para controlar las rutas marítimas entre la península Itálica y la Ibérica. De este modo, Mallorca y Menorca fueron incorporando la cultura y la economía de Roma. Este proceso, conocido como romanización, fue lento y durante muchos siglos los dos tipos de economía ‒la indígena y la romana‒ convivieron en las islas.
La economía indígena se basaba en el cultivo para consumo propio y en el pasto del ganado. Como no tenía moneda, la población intercambiaba los productos.
La economía romana, en cambio, se basaba en la producción agrícola y en el comercio de mercancías por todo el Mediterráneo. Por lo tanto, debía de ocupar las mejores zonas de las islas.
El barco romano de Porto Cristo, hundido en el siglo I d. C., nos indica que el puerto natural de Manacor formaba parte de los circuitos comerciales romanos. Su carga de refinadas lucernas también nos indica la demanda de objetos manufacturados por parte de los colonos romanos o de los indígenas que ya habían adoptado costumbres romanas.
Las tres ánforas que podemos ver expuestas se utilizaban para transportar los tres productos básicos: vino, aceite y conservas de garum.
El otro producto importante, el grano, se transportaba en sacos.
También podemos ver un ancla romana. La parte de plomo, el cepo, es original y la parte de madera es una reproducción.
Podemos conocer cómo era la vida doméstica de los romanos a partir de objetos tan habituales como los que vemos en la vitrina: ollas, morteros, cazuelas, tazas y lucernas. Estas piezas eran importadas desde la península Itálica y llegaban a Mallorca en barco.
La cultura romana
La conquista romana provocó la llegada, por primera vez, de un número importante de personas de fuera de las islas. De este modo, la población local descubrió las costumbres de los recién llegados. Una de las más significativas fue la escritura. Los isleños no habían tenido la necesidad de poner por escrito su historia o leyendas, puesto que lo hacían de manera oral.
Al contrario, los romanos hacía siglos que habían desarrollado la escritura para comunicarse y para dejar unos testimonios que hoy tienen un gran valor histórico.
En la sala podemos admirar restos de la escritura latina, sobre piedra y cerámica. La cultura romana también queda expresada en las decoraciones de las lucernas que vemos en las vitrinas y en la escultura de Baco, dios romano del vino y la vid.
Glosario
Colono: persona que se establece en un lugar alejado de su país de origen para vivir y explotar sus riquezas. El lugar donde se establecen los colonos es una colonia y está gobernada por el país de origen de estos colonos.
Fenicios: pueblo antiguo que se estableció hacia el año 3.000 a. C. en la costa oriental del mar Mediterráneo, en el actual Líbano, Siria, Palestina e Israel.
Cartagineses: pueblo antiguo que en un principio había sido una colonia fenicia, pero con el tiempo se emancipó. Su ciudad era Cartago y estaba situada en el norte de África, en el actual Túnez.
Gimnesias: nombre con que los griegos conocían las islas de Mallorca y Menorca.
Asentamiento: lugar donde se establece una persona o una comunidad de forma permanente o temporal.
Garum: salsa hecha con pez fermentado y sal.