LÁPIDA FUNERARIA DE SULAYMÄN IBN MANSÜR
Esta lápida, la más antigua de las encontradas en Mallorca, fue encontrada dentro de un muro de la iglesia parroquial de Manacor al realizarse obras en el portal mayor de la segunda iglesia. Su antigüedad nos indica la existencia de un asentamiento andalusí estable a mediados del siglo X cerca de la actual villa de Manacor.
Las pocas lápidas encontradas en la isla hacen pensar que Sulaymän ibn Mansür tenía cierto reconocimiento social. El sistema de enterramiento empleado parece que fue la inhumación. Según el ritual musulmán, los difuntos se bañan, se amortajan y son sepultados con el difunto encarado en sentido perpendicular a la Qibla, de cara a La Meca.
Transcripción:
(Corán XXXV, 5) El nombre de Dios, clemente, misericordioso. Oh gente!. Ciertamente las promesas de Dios son ciertas. Este [es]el sepulcro de Sulaymän {sic] ibn ( o hijo de ) Mansur. La misericordia de Dios [caiga] sobre el y su perdón y su complacencia. El murió en domingo veintiseis de dü al.qa’ da del año 357.
ORGANIZACIÓN DEL TERRITORIO
Durante la época andalusí Mayurqa se dividia en 12 districtos o ‘ juz, siendo el de Manaqür el más extenso, ocupando los actuales términos de Manacor y Sant Llorenç des Cardassar. La actual villa de Manacor se llamaba Cariat Açoch y era importante por su mercado y su situación en un cruce de caminos. A la vez, el territorio estaba ocupado por comunidades rurales ( grupos clánicos o familiares ) que se encontraban dispersos en 173 alquerías (qurä) y rafals (arhal) los cuales nos han dejado únicamente cerámica como restos materiales. También se conservan topónimos que podrían tener un origen árabe o bereber. Cerca de Cariat Açoch se han documentado dos mezquitas lo cual demuestra que la población de Manaqür estaba totalmente islamizada: la mezquita de Cala Murada y la mezquita del honor de Berenguer de Tornamira.
Podemos conocer la vida doméstica de la población islámica a partir de objetos tan frecuentes como las ollas o las agujas o de otros más excepcionales como los diferentes utensilios metálicos encontrados en la Cova dels Amagatalls. Los restos cerámicos nos hablan de una cocina andalusina, desde la preparación de los alimentos hasta su almacenamiento. Se cree que cada campesino debía practicar diversas actividades económicas como la pesca, la ganadería, la agricultura y diversos trabajos artesanales.
LA CONQUISTA
La expansión de los reinos cristianos y la conquista del Al- Andalus comienza de manera progresiva desde el siglo XII. La isla de Mallorca fue conquistada por Jaime I en el año 1229. Los diferentes grupos andalusíes ofrecieron resistencia, refugiándose en las montañas, cuevas o castillos. Finalmente el territorio conquistado fue dividido y repartido y la isla fue nuevamente repoblada con gente procedente de la península.
Son diversas las cuevas de refugio con restos escondidos, algunas de las cuales debieron usarse antes de la conquista como puntos para la extracción del agua o para abrebar a los animales. El conocimiento de estas cuevas ha sido posible tanto por las referencias documentales como por la tradición popular, si bien, la investigación arqueológica ha permitido ir completando esta información con los diferentes hallazgos.
El conjunto de la Cova dels Amagatalls se encuentra situado en una cueva natural de Portocristo y fue utilizada como refugio durante la conquista catalana del año 1229. En esta cueva se encontraron todo tipo de objetos domésticos fácilmente transportables como piezas cerámicas, herramientas agrícolas, objetos de bronce como agujas y numerosas bisagras y llaves asociadas a restos de madera que debían formar parte de cajas. La homogeneidad y la composición del ajuar nos indica que debían formar parte de un grupo familiar y son muy ilustrativos de la manera de vivir y de las actividades económicas que llevaban a cabo.